Edgar Degas: Un escultor en las sombras.

A pesar de ser reconocido principalmente como pintor e impresionista, Edgar Degas incursionó en la escultura de manera prolífica y significativa. A diferencia de muchos de sus contemporáneos que la veían como un mero ejercicio para perfeccionar el dibujo, Degas la consideraba un medio de expresión artística fundamental.

Su fascinación por la anatomía animal y humana, el movimiento y la representación de la vida cotidiana lo impulsaron a explorar la escultura con diversos materiales como la cera, el bronce y la plastilina. A través de estas obras, Degas buscaba capturar la esencia de sus sujetos, desde la fuerza y fluidez de los caballos hasta la delicadeza y tensión de las bailarinas.

Degas era conocido por su perfeccionismo y dedicaba horas a observar y estudiar a sus modelos, realizando numerosos bocetos y dibujos antes de comenzar a esculpir. A menudo utilizaba modelos vivos y experimentaba con diferentes técnicas para captar la luz, la textura y el movimiento.

Entre sus esculturas más famosas se encuentran:

– «Pequeña bailarina de catorce años» (1880): Una figura de cera de una bailarina en posición de ensayo, que generó controversia por su realismo y la desnudez de la joven.

– «Caballo en movimiento» (1878): Una escultura de bronce que captura la energía y la anatomía del animal con gran precisión.

– «Mujer bañándose» (1880-1895): Una serie de esculturas en cera que representan a mujeres en diferentes poses durante el baño, mostrando una visión íntima y sin idealizar del cuerpo femenino.

Es importante destacar que Degas nunca exhibió públicamente la mayoría de sus esculturas durante su vida. De hecho, muchas de ellas no fueron fundidas en bronce hasta después de su muerte. Esto refleja su carácter reservado y su predilección por el proceso creativo por encima del reconocimiento popular.


La pequeña bailarina de 14 años.

La pequeña bailarina de catorce años (en francés, La Petite Danseuse de quatorze ans) es una escultura creada en 1881 por Edgar Degas que representa a una joven estudiante de danza llamada Marie van Goethem. La escultura fue hecha originalmente en cera y se vació en bronce apenas en 1922. A pesar de estar experimentando un nuevo auge en aquel momento, la cera fue una selección de material poco común para la época; además de esto, la escultura está vestida con una falda de algodón y una cinta para el cabello y reposa sobre una base de madera.

La relación entre Marie van Goethem y Degas ha sido debatida. Era usual en 1880 para las ‘Petits Rats‘ de la Ópera de París buscar protectores entre los visitantes de las bambalinas.

Cuando La pequeña bailarina de catorce años fue exhibida en París durante la Sexta Exhibición Impresionista de 1881, recibió críticas ambiguas. La mayoría de críticos estaban escandalizados por la pieza. Fue considerada fea, pues parecía un espécimen médico, tal vez porque Degas la exhibió dentro de una urna de cristal. Algunas personas consideraron la cabeza y la cara grotescas y primitivas.

Los herederos del escultor decidieron vaciar 27 estatuas en bronce. El vaciado se realizó en la fundición Hébrard en París desde 1920 hasta mediados del siglo xx, produciendo de esta manera los bronces póstumos de Degas que se pueden apreciar en varios museos. Sesenta y nueve esculturas originales en cera y otros materiales sobrevivieron el proceso de vaciado. Estas esculturas en bronce miden 99 cm de alto y pesan alrededor de 31 kg.

El modelo original de cera fue adquirido por Paul Mellon en 1956. A partir de 1985, el señor y la señora Mellon donaron a la Galería Nacional de Arte de los Estados Unidos un grupo de 49 esculturas de Degas en cera, 10 bronces y dos más en yeso; el grupo más grande de esculturas de Degas en existencia, entre las cuales se encuentra esta obra.

Sin embargo, más allá de la apariencia, Degas no buscaba idealizar la danza, sino capturar la realidad de estas jóvenes trabajadoras. La escultura refleja la dureza de la vida en las clases bajas de París y las demandas físicas y emocionales que enfrentaban las bailarinas.

A lo largo del tiempo, la «Pequeña bailarina de 14 años» ha sido interpretada de diversas maneras. Algunos la ven como un homenaje a la tenacidad y la dedicación de las jóvenes bailarinas, mientras que otros la consideran una crítica a las condiciones laborales a las que se veían expuestas.

“La pequeña bailarina de catorce años”, de Edgar Degas, 1881. Cera, madera y algodón, 98 centímetros de alto.

Más allá de las controversias, la «Pequeña bailarina de 14 años» es considerada una obra maestra de la escultura. Su realismo, su técnica innovadora y su profundidad emocional la han convertido en una de las piezas más emblemáticas de Edgar Degas y en un símbolo de la belleza en la crudeza de la realidad.

Edgar Degas: La pequeña bailarina de 14 años. 1881. Pieza original en cera, madera y algodón. 91 cm. Galería Nacional de Arte, EE.UU.
Existen 27 réplicas de bronce de “La pequeña bailarina de 14 años”, distribuidas en museos de todo el mundo.

Curiosidades:

– La escultura original era de cera, pero no fue hasta después de la muerte de Degas que se fundió en bronce.

– Existen 27 réplicas de bronce de la obra, que se encuentran en museos de todo el mundo.

– La «Pequeña bailarina de 14 años» ha sido objeto de numerosas parodias e imitaciones en la cultura popular.

– La última subasta de una escultura de «Pequeña Bailarina de Catorce Años» de Edgar Degas se llevó a cabo el 12 de mayo de 2022 en la casa de subastas Christie’s en Nueva York. La obra, una de las 27 versiones en bronce de la famosa escultura original de cera, se vendió por 41,6 millones de dólares, estableciendo un nuevo récord para una obra de Degas.

– Esta venta marca el mayor precio jamás pagado por una obra de Degas.

– El comprador no fue identificado públicamente.

– “La pequeña bailarina de 14 años” fue la única escultura que Degas exhibió en vida, pero no fue la única que hizo. Tras su muerte fueron halladas cerca de 150 esculturas en su taller, hechas en cera o arcilla. La mayoría fue elaborada en sus últimos años, cuando el aumento de su ceguera no le permitía pintar. La pieza despertó toda clase de críticas por la supuesta falta de belleza del rostro de la aprendiz, llamada Marie van Goethem. Fue originalmente hecha en cera, con tutú de algodón y emplazada sobre una base de madera. Sin embargo, años después se hicieron diversas réplicas de vaciado en bronce, hoy disponibles en diferentes salas de museo alrededor del mundo.

Viene de:

Edgar Degas y las bailarinas de ballet.

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