Precursores del Impresionismo: John Constable

John Constable (1776 -1837) fue un pintor inglés de paisajes. Al principio de su carrera pintó retratos y algunos cuadros religiosos. Pero a partir de 1820 se dedicó casi exclusivamente a los paisajes y hoy se le considera el gran renovador del paisajismo inglés.

Es difícil determinar con exactitud una única pintura de John Constable como la que más influencia tuvo sobre el Impresionismo, ya que su obra en conjunto ejerció un impacto significativo en este movimiento artístico.

Sin embargo, dos obras de Constable destacan por su especial resonancia entre los impresionistas:

– «La carreta de heno» (1821): Esta obra maestra, considerada la más famosa de Constable, presenta una escena rural inglesa con una atención meticulosa a la luz, la atmósfera y los detalles naturales.

Los impresionistas admiraron la capacidad de Constable para capturar la fugacidad de la luz y los efectos atmosféricos, algo que ellos mismos buscaban plasmar en sus pinturas al aire libre. La representación vibrante del cielo y las nubes en «La carreta de heno» inspiró a los impresionistas a explorar la representación de la luz y el color de manera más audaz.

“La carreta de heno” (The Hay Wain), 1821, de John Constable. Óleo sobre tela. Localización: National Gallery, Londres, Reino Unido.

“La carreta de heno” o “El carro de heno” (The Hay Wain, en inglés) es un conocido cuadro del pintor romántico británico John Constable. Está datado en 1821. Se trata de un óleo sobre tela que mide 130,5 centímetros de alto por 185,5 centímetros de ancho. Actualmente, se conserva en la National Gallery de Londres, Reino Unido. Muestra un carro o carreta de heno cerca de Flatford Mill (El molino de Flatford) sobre el río Stour, donde Constable pasó su infancia.

Constable presenta en sus paisajes la vida campesina tal como la veía, con sencillez, sin idealizaciones. Transmite la imagen de un universo natural, en el que el ser humano, los animales y el paisaje conviven en armonía. Como en todas las obras de Constable, destaca el estudio del cielo y la luz. Las condiciones atmosféricas muestran un cielo típicamente inglés, cubierto de nubes, que pasa en seguida de la lluvia al sol.

Para facilitar la realización de su cuadro, Constable pintó al aire libre varios estudios en óleo de cada uno de los elementos que componen su cuadro, percibiendo la luz en su estado natural y sin la artificialidad que se obtiene cuando se ejecuta la pintura en el taller. Muchos de estos bocetos revelan una pincelada espontánea, que podría categorizarse dentro del impresionismo. Sin embargo, la versión final de la pintura de Constable perdió la pincelada suelta de los bocetos, ya que debía adaptarse a los fundamentos promulgados por la Academia de Bellas Artes.

Esta obra, sin embargo, causó sensación entre los pintores románticos franceses, especialmente en Géricault y Delacroix, por su frescura cromática y por la libertad de su factura.

Théodore Géricault la vio en su visita a Londres y muy pronto comenzó a alabar a Constable en París, donde un marchante, John Arrowsmith, compró cuatro pinturas, incluida La carreta de heno, que se exhibió en el Salón de París de 1824. En esa exposición, La carreta de heno fue distinguida con una medalla de oro que le dio el rey Carlos X de Francia, y un molde de escayola del mismo se incorporó al marco del cuadro. Las obras de Constable en la exposición inspiraron a una nueva generación de pintores franceses, incluyendo a Eugène Delacroix.

El cuadro fue votado como la segunda mejor pintura en el Reino Unido en una consulta de 2005 organizada por el programa Today de la BBC Radio 4, tras el cuadro El «Temerario» remolcado a su último atraque para el desguace de J. M. W. Turner.

– «Estudios de nubes» (1822): John Constable realizó numerosos estudios de nubes a lo largo de su carrera, demostrando una fascinación por su constante transformación y su papel en la creación del ambiente en sus paisajes.

Los impresionistas se sintieron atraídos por la forma en que Constable capturaba la fluidez y la textura de las nubes, y algunos, como Claude Monet, incluso se inspiraron en sus estudios para realizar sus propias series de nubes.

“Estudio de nubes” de John Constable, 1822. Estil: Romanticismo. Género: Paisaje. Localización: National Gallery of Victoria (NGV), Melbourne, Australia.

Entre 1821 y 1822 Constable realizó un amplio número de estudios de nubes, algunos de ellos con paisaje y otros en los que las nubes aparecen en solitario, sin ninguna referencia espacial. «La dificultad en la pintura de los cielos es muy grande, tanto por la composición como por la ejecución; porque con todo su esplendor no deben venirse hacia delante, o porque, de hecho, han de considerarse como lo son las distancias extremas» afirmaba el maestro. Los efectos lumínicos también serán para el maestro un incentivo, como podemos observar en el excelente claroscuro que se presenta en este pequeño lienzo.

Más allá de las dos obras presentadas; cabe destacar otros aspectos de las pinturas de Constable

Constable fue uno de los primeros pintores en salir a pintar directamente de la naturaleza, una práctica que los impresionistas adoptaron con entusiasmo y utilizaba una paleta de colores relativamente limitada, pero con gran maestría para crear efectos de luz y atmósfera, de esta forma, los impresionistas admiraron su habilidad para capturar la sutileza de los colores en la naturaleza.

Aunque no existe una única pintura de Constable que pueda considerarse como la más influyente para el Impresionismo, su obra en general fue fundamental para el desarrollo de este movimiento artístico. Su enfoque en la luz, la atmósfera, el color y la pintura al aire libre inspiró a los impresionistas a romper con las convenciones artísticas tradicionales y a capturar la belleza fugaz del mundo natural con una nueva frescura e inmediatez.

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4 respuestas a “Precursores del Impresionismo: John Constable

    1. Querida Marylia, te cuento, siempre he disfrutado mucho las pinturas impresionistas, pero luego de conocer tus preferencias y tu gusto especial por la obra de Sorolla, decidí escribir un libro, este es el primer capítulo. El último termina en Madrid, Un abrazo y feliz día.

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