Lo Real Maravilloso

Era ya entrada la noche, cuando con avidez leía el blog de Bon Repos Gites, un maravilloso texto en inglés que recoge leyendas e historias de las Islas Británicas, contadas con la más exquisita prosa e ilustrada con las bellas imágenes de la milenaria museografía inglesa.

En uno de sus muchas entradas, pude leer: «Con la existencia de las hadas atacadas tanto por la Iglesia como por el Estado y con las comunidades que sostenían tales creencias desapareciendo rápidamente, no es de extrañar que la certeza en la presencia viva de las hadas disminuyera. Tal vez el personaje Peter Pan lo resumió mejor cuando dijo: «Ves que los niños saben mucho ahora. Pronto no creen en las hadas y cada vez que un niño dice “No creo en las hadas, hay un hada en algún lugar que cae muerta”».

The Fairies of the Swells II https://t.co/PizMtEdKm9

— Volfredo José Camacho Assef (@volfredo) January 26, 2023

Luego Bon Repos Gites, finaliza su publicación con una nota positiva, porque la leyenda bretona nos asegura que: «las hadas, un día, volverán a esta tierra; tal vez en un momento en que la campana del Ángelus ya no suene, tal vez en algún otro momento de su elección. Todas las hadas se fueron en una noche y también regresarán durante el transcurso de una sola noche en un siglo que es un número impar. Algunas personas estaban convencidas de que las hadas regresarían en los mil novecientos y en la primera parte de ese siglo, los habitantes de Saint-Cast (población y comuna francesa, situada en la región de Bretaña), al ver a las mujeres en automóviles por primera vez, pensaron que las hadas habían regresado».

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Me fui a la cama y desperté con aquellas frases e imágenes revoloteando en mi mente. Los mensajes del buen arte tienen esa peculiaridad, se van y regresan, una y otra vez, y no te abandonan mientras vives.

Desperté poseído por la emoción de los recuerdos, tiempos pasados en que enseñé a mi hijo Hassan la historia medieval de Europa, contada por los caballeros del Rey Arturo, también conocido como Arturo de Bretaña, el cual representa al monarca ideal tanto en la guerra como en la paz o la maravillosa leyenda de Robin Hood, arquero defensor de los pobres y oprimidos, arquetípico de héroe forajido del folclore inglés medieval; quien era de gran corazón y vivía fuera de la ley, escondido en el Bosque de Sherwood cerca de la ciudad de Nottingham.

Hay espacio para la ternura en las leyendas inglesas. Lady Marian (o Marion) fue el amor del legendario forajido Robin Hood, una de los personajes principales en el folklore inglés. Marian fue en su origen una «pastora» asociada las Fiestas de Mayo, y pasa con posterioridad a protagonizar el rol de noble que la caracterizó hasta el día de hoy y cuyo interés remonta a principios del siglo XVI.

Las buenas historias tienen sus magos y en las leyendas británicas que conté a mi hijo cuando era niño nunca faltaron, tipificadas en Merlín, el mago más poderoso de la epopeya artúrica. Era capaz de hablar con los animales, de cambiar de forma, de hacerse invisible, y también de controlar el clima y los elementos, aunque estas habilidades las empleaba con sumo cuidado para no enfurecer a la naturaleza, la «diosa más poderosa».

El mago Merlín: «conocía la esencia de todas las cosas, su transformación y su renovación, conocía el secreto del Sol y de la Luna, las leyes que rigen el curso de las estrellas en el firmamento; las imágenes mágicas de las nubes y el aire; los misterios del mar. Conocía los demonios que envían sueños bajo la Luna. Comprendía el grito áspero de la corneja, el volar cantarín de los cisnes, la resurrección del fénix. Podía interpretar el vuelo de los cuervos, el rumbo de los peces y las ideas ciegas de los hombres, y predecía todas las cosas que sucedían después»». Estos atributos despiertan la curiosidad infantil hasta lo indecible y mantienen la atención de los niños durante toda la narración.

Se decía que Merlín tenía contactos con las hadas, los gnomos, e incluso con los dragones; se le considera el único hombre que se ganó el respeto y la admiración de estos monstruos, no sólo por su bondad y sabiduría sino por sus dotes artísticos (fue un maestro de la poesía y la literatura). Merlín fue un gran ejemplo y fuente de sabiduría para el Rey Arturo y sus caballeros y gracias a sus consejos pudo Arturo reinar sabiamente sobre Camelot; provincia romano-británica ficticia de la Britania posromana.

Hoy me pregunto ¿cuántos magos como Merlín no hacen falta para educar en valores a nuestros jóvenes y niños?

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Hoy un niño de cuatro años manifiesta una curiosidad inmensa por las leyendas ilustradas. Es mi nieto Dylan; y su curiosidad ha de ser estimulada con lecturas ejemplares que le muestren entre leyendas y magias, historias de hidalgos reyes y personajes populares que luchan en contra de las injusticias, historias cargadas con las magias del sabio Merlín, narraciones que educan en valores y hacen que los niños sean amigos de las hadas y gnomos.

Mañana continuamos, escribiré un prólogo para adultos que satisfaga la sana innata curiosidad de los niños. Prometo seleccionar las mejores leyendas británicas e hispanas, porque Don Quijote, y el Sid Campeador, coexistieron de forma pacífica con El Rey Arturo y sus caballeros, desde la gloria acumulada en las leyendas populares, forma ideal para enseñar la historia de las naciones y educar en éticas a nuestros infantes.

Agradezco a Bon Repos Gites sus esfuerzos por impedir que mueran las hadas, ellas pertenecen al patrimonio mágico de la imaginación infantil.

Agradezco a Bon Repos Gites, su inspirada escritura, la belleza de las imágenes y la poesía que brota inagotable de su iluminado blog.

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