No somos ni Romeo ni Julieta.

Sucedió en 1597, William Shakespeare cuenta la historia de dos jóvenes enamorados que, a pesar de la oposición de sus familias, rivales entre sí, deciden casarse de forma clandestina y vivir juntos; sin embargo, la presión de esa rivalidad y una serie de fatalidades conducen a que la pareja elija el suicidio antes que vivir separados.

Romeo y Julieta”, William Shakespeare, 1597.

Al menos unas veinticuatro óperas se han basado en “Romeo y Julieta”, y otras tantas sinfonías, y versiones para el ballet y ha influido a varias producciones de jazz, entre las cuales sobresalen la interpretación de Peggy Lee, “Fever”. Asimismo, el trágico romance shakesperiano, ha inspirado a diversos exponentes de la música popular, entre ellos: the Supremes, Bruce Springsteen, Tom Waits y Lou Reed y famosos musicales de teatro como West Side Story, que batió los récords de puesta en escena.

La composición y trama de Romeo y Julieta ha tenido una profunda influencia en la literatura posterior a su época, y la obra en específico, es la que más variaciones ha generado, ya sean obras producidas en versos narrativos o en prosa, pinturas, dramas, óperas y composiciones corales, orquestales y de ballet, así como distintas versiones para cine y televisión, en lengua inglesa, al igual que en muchas otras lenguas y dialectos, todo lo cual hace a Shakespeare el escritor universal por excelencia y así es reconocido.

Pero, siempre hay un pero que deja abierto un nuevo espacio. En una encuesta de opinión, donde nuestra juventud participó ampliamente, se vertieron criterios que al escucharlos darás de bruces contra el impactante resultado de las nuevas realidades. Nuestras jóvenes, en inmensa mayoría, desconocen la obra y estilo literario de William Shakespeare y de conocerlo, le llamarían timorato, por no usar palabras soeces en las que seguro pensaron, al conocer la forma y razones de morir de sus personajes.

La posmodernidad se caracteriza por su nihilismo y sentido práctico, y los hechos y circunstancias que resulten afuncional en las personas, sencillamente, déjalos correr, ¿sabes el por qué?, porque estamos en el siglo de los amores y los sentimientos líquidos.


El término “amor líquido” alude a un concepto de fragilidad de los vínculos humanos, creado por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, desarrollado en su obra homónima para describir el tipo de relaciones interpersonales que se desarrollan en la posmodernidad. Éstas, según el autor, están caracterizadas por la falta de solidez, calidez y por una tendencia a ser cada vez más fugaces, superficiales, etéreas y con menor compromiso. Aunque el concepto suela usarse para las relaciones basadas en el amor romántico, Bauman también desarrolla su filosofía, para hablar en general de la liquidez del amor al prójimo.

En las sociedades de desarrollo avanzado aparecen tendencias que afectan a cómo se entienden las relaciones personales y la tendencia al individualismo, según el autor que nos ocupa, hace ver las relaciones fuertes, sólidas y consolidadas como un peligro para los valores de autonomía personal.

Para Bauman la generalización de la ideología consumista provoca la mercantilización de varios ámbitos de la vida. En este contexto, los vínculos afectivos estables se convierten en una hipoteca. La idea del matrimonio católico, el hasta que la muerte nos separe, deviene un plazo inasumible en una sociedad marcada por el eterno presente y el “usar y tirar” de la sociedad de consumo.

Vivir juntos, por ejemplo, adquiere el atractivo del que carecen los vínculos de afinidad. Sus intenciones son modestas, no se hacen promesas, y las declaraciones, cuando existen, no son solemnes, ni están acompañadas por música de cuerda ni manos enlazadas. Casi nunca hay una congregación como testigo y tampoco ningún plenipotenciario del cielo para consagrar la unión. Uno pide menos, se conforma con menos y, por lo tanto, hay una hipoteca menor para pagar, y el plazo del pago es menos desalentador. Z. Bauman (2005)

Las relaciones por Internet se convierten en el modelo que se exporta al resto de relaciones de la vida real. De hecho, más que relaciones, se buscan conexiones, ya que estas no necesitan implicación ni profundidad. En las conexiones, cada uno decide cuándo y cómo conectarse, y siempre puede pulsar la tecla suprimir.

Esta forma conectada de vida virtual, confiere a las relaciones amorosas un carácter fugaz, desechable y superficial, que protege a sus protagonistas de las pesadas consecuencias (sobre todo, la pérdida de tiempo) de la interacción en profundidad. Bauman describe el amor actual como producto de un individualismo exacerbado, donde las relaciones pueden desconectarse ante cualquier signo de debilidad, aburrimiento, o perdida de la autonomía que limite las libertades de hacer.

Amor sí, cadenas no.

La tendencia al individualismo hace ver las relaciones fuertes como un peligro para los valores de autonomía personal, y esa condición resulta inaceptable en nuestro tiempo.

En la posmodernidad, no existe nada seguro, y la incertidumbre se transforma en el pan de cada día. La única constante en la sociedad actual, representada en sus más jóvenes integrantes, es la falta de pertenencia y filiación a cualquier ideología, donde todos pretenden ser y así lo manifiestan con orgullo: ateos, materialistas, apolíticos y agnósticos.

En nuestro mundo de hoy, el amor se ha vuelto líquido, fluye, cambia constantemente y toma caminos inesperados, de la misma forma en que cambia el individuo. Ya nada es sólido como lo fue en el pasado, eso no importa y menos interesa.

  • ¿Qué tengo que hacer para amarte amor? De momento recogerme en casa de la modista, y luego llevarme a la peluquería, recuerda que mañana salgo en el primero vuelo a la capital, una semana, a discutir mis nuevos proyectos de trabajo y por favor no te molestes, tú me conociste así y sabes bien que no te voy a permitir que limites mi autonomía y libertades existenciales.

Autores como Matamoros sostienen que tradicionalmente las mujeres amaban sólido, mientras que los hombres amaban líquido. Por ello, propone replantear las tesis de Bauman en términos de ¿por qué ahora las mujeres también aman líquido?

Una posible respuesta sería que una premisa para poder amar líquido es el tener una independencia personal tal, que pueda llevar a plantearse el amor como una amenaza a esta. El sistema patriarcal ha provocado que, mientras que históricamente los hombres siempre han podido concebir así las relaciones, para las mujeres esto solo ha sido posible en las últimas décadas.


Lo Real Maravilloso, no toma partido, al menos de momento, los puntos de vista aquí trascrito forman parte del cuerpo teórico de la filosofía moderna representada por Zygmunt Bauman y en opinión de sus más destacados representantes. Este es el pensamiento filosófico de hoy, y esta es la oportunidad para que puedas evaluarlo y compartir tus criterios.

#LoRealMaravilloso

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7 respuestas a “No somos ni Romeo ni Julieta.

  1. Sin tomar partido drástico, a favor del amor sólido y tradicional de los hombres o del amor líquido y reciente de las mujeres, tengo evidencias, de que las mujeres, en la profundidad de su alma, adoran el amor sólido y más que eso, sin llegar a ser masoquistas, lo disfrutan a sus anchas. También aporto, q como un tabú en la época que transcurre, ocultan divulgar ese sentimiento. Gracias, por propiciar esta polémica y permitirme libremente, expresar nuestro parecer.

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    1. Cada generación tiene su propio modo de enfrentar la realidad y su forma particular de ver las cosas, entiéndase filosofía.
      El problema para la comprensión surge cuándo nos percatamos que los valores humanos en la postmodernidad han cambiado, entonces se me hace difícil asimilar el cambio.

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  2. Que nuestros jóvenes y no tan jóvenes desconozcan la obra de Shakespeare no sería tan alarmante cómo que desconocen la obra de Varela, Luz y Caballero, Enrique José Varona, Jorge Mañach y por qué no decirlo: “DESCONOCEN A MARTÍ”, de la ortografía y vocabulario hablaremos otro día.

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  3. Interesante anecdóta y mas aún este blog libre de expresión la mia en particular detecta el amor liquido siempre ante toda circunpstancia de la vida práctico el Amor sólido a todo incluyendo la vida eso compensa mi carisma..comparto tú respuestas a los comentarios tqmm mi Volfre

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  4. MUY. LINDO, todo lo narrado. Me gusta Romeo y Julieta en todas las versiones que he visto . Me gusta el AMOR SOLIDO. ….
    Hay personas Jóvenes y Mayores ya , ique prefiern el Amor Líquido. Sin ese romanticismo. para mí tan necesario para una Linda Relación .

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