La 14 y el fin de las reinas del carnaval habanero.

Buenos días Mundo; digo así porque los cubanos estamos dispersos en diáspora por todas partes. La estadística de nuestro blog, cada vez que recibe un comentario señala el país de procedencia y con alegría me percato que estamos en todos los continentes. De Estados Unidos que decirles: hoy respondo los comentarios de Lucio, Adoración, Melcón, y Eduardo, y si me muevo hacia arriba Carlos y hacia abajo Magalys, desde Canadá y México también ocupan nuestro interés. Berceló también nos ha hecho precisiones sobre el origen del carnaval desde Brasil, y Tania con nostalgia recuerda desde Angola las mascaradas y muñecones que alguna vez confeccionó junto a su esposo. Norma y Jose desde las pequeñas islas Baleares nos hablan sobre la grandeza de los carnavales de Santa Cruz de Tenerife donde nuestra querida Celia Cruz era más que esperada, Reina establece contrapuntos desde Madrid, y los del patio, que por elemental cortesía dejé para últimos, pero aprecio por igual, abren un debate parrandero encabezado por Maikel desde Chambas mientras mi hermano, vecino/amigo Héctor canta con Serrat canciones de carnaval mientras Avilio, Magda, Cleo y Marian expresan abiertamente su nostalgia por el pasado.

Demos la palabra una vez más a Juana Bacallao, para que ella cuente la fatídica experiencia de lo luego conocido como la última elección de la reina del carnaval y el hundimiento de Germán Pinelli y Consuelito Vidal. Aquí una vez más les narro la historia siempre fiel a la verdad. Gracias por sus muchos comentarios y no se desanimen que mañana seguiremos buscando oro a lo largo de nuestra Isla. Hay mucho, hay para todos.

Germán Pinelli

Trascurría 1974, un sábado cualquiera en la noche, los hay para escoger. Club Palermo en Centro Habana, se hace silencio en medio del estruendo y aparece la presentadora, con varias toneladas de cosméticos y coloretes encima, cantidad que rebasa con mucho los estándares convencionales, pero te recuerdo que es noche de cabaret en Centro Habana: “Buenas noches a todos, hoy tengo el gusto de presentarles a la super vedette de las Américas, la excepcional Juana Bacallao con su orquesta de afamados músicos que la acompañan “Tiembla la Tierra”. Prepárense a reír, ya podéis imaginar el desorden que se nos viene encima, si el grupo musical se llama Tiembla Tierra, que intensidad tendrá el terremoto vernáculo de su cantante, que ya aparece en el estrado….

Pocos meses antes de nuestra visita al Palermo, un desagradable suceso había conmocionado a Cuba y la irritación popular estaba aún presente en la cuidad. Me refiero a la elección de la estrella del carnaval y sus luceros, en el año 1974. De forma habitual, la ceremonia de elección se llevaba a cabo en la Cuidad Deportiva, y era trasmitida en vivo por la televisión nacional a todo el país. Desde temprano en la tarde, el inmenso graderío del local repletaba de pueblo que sin aforo gritaba, y aplaudía la magistral animación de locutores del calibre de Germán Pinelli y Consuelito Vidal, mientas las concursantes caminaban a lo largo de la improvisada pasarela, portando un número que las identificaba, mientras se escuchaba de fondo, la locución de sus nombres y procedencias.

A lo largo de sus muchas ediciones, la elección de la estrella del carnaval y sus luceros estuvo determinada por la preferencia del público, que coreaba los números de las concursantes y cualificaba su selección con la intensidad de los gritos y aplausos.

Cuál sería la conmoción cismática de la concurrencia, al observar desconcertados que la modelo más popular, la número 14, había sido eliminada en la primera vuelta, descalificada por no reunir el requisito de pertenencia sindical. La injusticia no es adjetivo aplicable en modo alguno al cubano; no poseemos calidad de injustos, y aquella elección llego hasta ahí. El enardecido público grito y chifló y siguió chiflando hasta que el estruendo se fue por encima de los audios, y ocasionó tal desconcierto que hubo de detenerse el espectáculo.

Resultaron inútiles los chistes, las animaciones, y los llamados a la calma que una y otra vez pedían los locutores, la elección bajo decisiones inicuas no podía seguir adelante y punto. Al finalizar en espectáculo, que no pudo continuar bajo aquel desorden, Pinelli, en un gesto muy aplaudido, toma del brazo a la concursante preferida del público, y en oficio de paje, auxilia a la destronada reina en su descenso del estrado.

Germán Pinelli junto a la maltratada aspirante a estrella del carnaval número 14.

Ese fue el fin de la tradición, desde entonces los carnavales perdieron por completo sus encantos y Germán Pinelli nunca más apareció frente a las cámaras.

Madre mía, me he salido del guion, pero ya regreso de inmediato, porque Juana Bacallao ha sido llamada a escena, en el palpitante y bohemio Palermo, repleto de público bien dispuesto a chiflar y aplaudir, porque en un buen cabaret vernáculo, vale todo.

Se hace silencio y Juana sale a escena con una peluca azul, lentejuelas, y nada de ropa atrevida, porque en esa ocasión y a pesar del intenso calor del verano, cubría su cuerpo con bufanda y sobre todo, que le parecía bien vestir y basta, ella era así. Pero, ¿qué lleva la mujer desastre entre las manos? Nada menos que un letrero con el rótulo del número 14 en rojo, el mismo número que portó la aspirante a estrella del carnaval injustamente descalificada.

Juana comenzó a contonearse y dar caderas de forma tan exagerada que nadie podía dejar de reirá, y mientras recorría el escenario de una punta a la otra con el rótulo entre las manos, aquella mujer espectáculo, con su voz grave característica clamaba al público “ustedes quieren a la 14, pues yo estoy aquí, yo me debo a mi pueblo y soy su reina”. Aquello se vino abajo.

La función fue toda una magistral parodia llena de destemplanzas. Juana llegó a quitarse sus medias caladas que semejaban más una red de pesca, que prendas de mujer, mientras mostraba señalando a sus piernas y presumía de no tener várices. Modeló, coqueteó, contoneo caderas e hizo todo cuanto quiso, mientras desde la realeza de su imaginario estrellato, pedía aplausos al público emocionado.

Las parodias y chanzas picantes transcurrieron durante la noche, porque Juana, la estrella absoluta del carnaval habanero, reconocida por su público como la concursante de su preferencia, no dejó de mostrarse en escena respondiendo a supuestas entrevistas y contratos en las mejores pasarelas y revistas de modas del mundo, porque ella era la reina indiscutible del carnaval habanero y belleza tenía de sobra.

La noche cerró, con todos los presentes agotados de reír, en una ovación prolongada y única donde Juana muy emocionada pidió que no la hiciéramos llorar, porque caerían al suelo su único par de pestañas postizas.

Luego de las risas trasnochadas de una alocada noche de cabaret; llegó la nostalgia y hoy a casi 50 años de aquel suceso, reconozco con el humor que caracteriza a los cubanos, que aquella noche bohemia ya perdida en el tiempo, enterramos y dimos sacra sepultura a una centenaria tradición.


En 1974; María Félix Castillo Lemus, fue la última estrella del carnaval habanero.

A partir de esa fecha dejaron de efectuarse en el país los concursos de bellezas, que ya habían roto en 1959 con los eventos de base de Mis Universo, en una abrupta decisión que privó al pueblo de una forma de entretenimiento.

La noche final se presentaban todas las candidatas que habían sido elegidas en la base y se seleccionaba la estrella del Carnaval y sus Luceros por un jurado integrado siempre por personalidades de la Cultura y el Arte.

Los detractores de estos concursos alegaban que… “Las estrellas y los luceros dejaban de representar a sus sindicatos y organizaciones de masas, se convertían entonces en un artificio feudal y anacrónico, retrogrado y hasta dañino en la formación de nuestros jóvenes”.

Elección de la estrella del carnaval y sus luceros. 1974.

En el 1974 con María Félix Castillo Lemus del Sindicato de la Aviación Civil , como reina del carnaval 1974 se cierra el ciclo de Estrellas y Luceros en Cuba Luego de los sucesos ocurridos esa noche en la ciudad deportiva en que el Público tenía como favorita una hermosa trigueña llamada Nancy y que concursaba con el número 14 y que había sido eliminada en la primera ronda, el público presente empezó a protestar y ese fue el detonante para que los detractores de ese tipo de eventos hicieran lo imposible para que nunca más se celebraran en Cuba concursos de bellezas.

Las últimas elecciones de la reina y sus luceros contaban con un jurado integrado por personalidades de la Cultura y el Arte. En los carnavales de La Habana eran habituales entre los miembros del jurado figuras de la cultura y el arte como Rene Portocarrero, Rita Longa, Juan Marinello, Alberto Díaz (Korda), Enrique Núñez Rodríguez, Eva Rodríguez y tantos otros. Como animadores conducían los espectáculos los nunca olvidados Germán Pinelli y Consuelito Vidal.

#LoRealMaravilloso


15 respuestas a “La 14 y el fin de las reinas del carnaval habanero.

  1. Excelente narración de hechos que no los conocía en toda su magnitud. Como hice referencia en mi comentario anterior la belleza se premia independientemente a la afiliación sindical pues son valores diferentes. Es una verdadera lástima que los decisores no lo aprecien así y perdiéramos esa tradición. Esperando tu próximo artículo. Felicidades

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  2. Has hecho un recorrido muy bueno de esos eventos . Lo de Juana no tenía nombre , siempre tan única y tienes memoria fotográfica para relatar es anoche de hace 50 años . No dejes de escribir.

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  3. Gran recorido por la historia de nuestros carnavales y elección de reina y sus luceros, siempre nos haces transportarnos en el tiempo y espacio, me pareció q yo estaba ese día en el coliseo de la ciudad deportiva y luego en «El palermo» con la reina de Cuba, nuestra Juana Bacallao, gracias por enriquecer la cultura con tu página de blogs . Felicitaciones, esperamos nuevas ediciones.

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  4. Linda narrativa de la trayectoria de carnavales. Recordaba el post de Juana Bacallao unas de las primeras publicaciones sin duda sobrado talento pra ganarse un espectaculo y mi Volfre brillante tú post sin duda el Rey de las publicaciones dotada de veracidad..te admiro y continuo siguiendote..feliz Abril

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  5. Médico, y cómo ud fue a la Ciudad Deportiva y al Palermo si estaban en pruebas finales. Me recuerda a un estudiante de Lic. En Economía que del 24 al 29 de Junio desfilaba al San Juan y al San Pedro en medio de las pruebas finales. Como dijera su decano José Pantoja en 1973, no graduó eruditos económicos, PERO SON LOS QUE VAN RESOLVIENDO.

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  6. ….que aquella noche bohemia, ya perdida en el tiempo, enterramos y dimos sacra sepultura a una centenaria tradición….así se refiere magistralmente, en su articulo: la 14 y el fin de las reinas del carnaval, nuestro amigo/vecino, pero, como se llamaba la manzana de la discordia: era la bellísima, Nancy González Mesa, conocida para siempre, como la # 14 (Cementerio, en la Charada Cubana) y como venganza, ante tanta injusticia, por su descalificación en la primera ronda, precisamente, en su Cementerio, enterró y le dió sacra sepultura a las reinas del Carnaval en Cuba.

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  7. Hola lo he intentado muchas veces y no lo he logrado .. fui una de los luceros de La industria Badica y ceseta en aquel entonces .. despues de carrozas y esas cosas no tengo ni un recuerdo en foto de aquellos momentos si me pudieran ayudar .. gracias

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  8. Interesante narrativa .recuerdo los post que hicistes narrativas a Juana Bacallao .lástima perder esa tradición donde sin duda hay muy bellas Cubanas ..que representan al Mundo en diferentes latitudes adoro tus post ..besitos y bendiciones

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