Lo Real Maravilloso

Dylan, ven acá mi niño, hoy toca repasar los colores y los números y he preparado para ti un cuento, un cuento que, como todos, comienza con las palabras mágicas: Érase una vez.

Ven, siéntate a mi lado y presta atención:

Érase una vez hace mucho, mucho tiempo, vivió un pintor que amaba la vida y los colores y cansado del mucho ruido y los peligros de la gran ciudad, se fue a vivir a una pequeña villa, que era tan apacible que los niños como tú podían montar sus velocípedos en la calle sin temor al tráfico, claro está, siempre acompañado de sus abuelos.

• Y cómo se llama el pueblito, abuelo
• Se llama Arlés.

Cuando Vincent, así se llamaba el pintor del cuento, llego a la pequeña villa, se fue a vivir a la una casa de dos pisos, donde pretendía vivir y trabajar:

• Y para que no adivinas de que color la pintó, mira la casa y dime
• Amarillo
• Si amarillo, que es el color del sol y la aurora.

Fíjate que la casa quedó bonita, que desde aquel día todos los habitantes del planeta la conocen como Casa Amarilla. Fíjate bien el color para que no lo olvides.

Luego el pintor también preparó dos cuartos en la casa, uno para dormir él y otro para un amigo que venía a visitarle.

Fíjate bien y dime de que color es el dormitorio:

• Amarillo abuelo, todo amarillo.

Y para adornar el cuarto y fuese de colores alegres como el tuyo, el pintor comenzó a colorear cuadros para colgarlos en las paredes. Cuadros muy hermosos y cálidos porque eran para dar la bienvenida a un buen amigo y sabes qué color seleccionó:

• Amarillos, todos son amarillos, abuelo.

Si pintó cuadros con flores grandes y redondas como el sol y por esa razón se llaman girasoles. Mira que bonitos, todos amarillos, ahora vamos a contarlos:

• ¿Cuántos girasoles hay aquí en este jarrón?
• Uno, dos y tres, tres, tres hay tres, abuelo.

Si, pero eso estaba muy fácil de contar, vamos a hacer la tarea más complicada, porque tú eres un niño inteligente que aprenderás a contarlos.

• Y ¿cuántos hay ahora?

Vamos a señalarlos con un lápiz mientras contamos para no confundirnos. Pon interés y cuenta conmigo.

Contemos los girasoles hasta doce, luego en pintor puso dos más y llegamos a catorce y con uno más, contamos hasta quince y ¡GANAMOS!.

Hoy has aprendido a contar del uno al quince. Muy bien.

• Tienes alguna pregunta que hacerme, porque este cuento ya se acaba.
• Si abuelo, cómo era el pintor.

Pues mira su retrato, aquí con un sombrero de paja fumando una pipa.

• Abuelo, pero el pintor es también amarillo, se ve muy raro.

Tienes razón, es pelirrojo, porque nació en un lugar donde todas las personas son de color muy blanco; ojos claros y cabello amarillo. En la próxima historia iremos a conocer Holanda y sus molinos de viento, ese es el país donde nació Vincent y está lleno de historias interesantes, que te gustará mucho conocer.

• Abuelo, y ¿dónde vive Vincent ahora? ¿Yo quiero conocerlo?

Mi querido niño, será muy fácil reconocerle, Vincent vive en los campos sembrados de trigo y los girasoles a los que dio vida. Vincent vive en ellos, tan solo tiene que abrir bien los ojos para verle de inmediato.

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Las pinturas aquí mostradas fueron realizadas por el pintor holandés Vincent van Gogh, mientras vivió en Arlés, en 1888-89.

Van Gogh pintó un total de cinco grandes lienzos con girasoles en un jarrón, utilizando solo tres tonos de amarillo. Las pinturas de girasoles tenían un significado especial para Van Gogh: comunicaban ‘gratitud’, escribió. Los dos primeros Girasoles los colgó en la habitación de su amigo, el pintor Paul Gauguin, que lo visitó y trabajó con él por nueve semanas en la Casa Amarilla.

La “Casa Amarilla” y el “Jarrón con tres girasoles”, fueron destruidas por bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. El resto de los girasoles y el auto retrato del pintor, forman parte de las colecciones permanentes de los museos más prestigiosos del mundo en la actualidad.

La memoria es frágil y hace que el recuerdo de los conflictos bélicos se olvide pronto. Esperemos y es mi ruego a Dios; que los ecos de una nueva guerra no se amplifican sobre Europa, por el bien de los girasoles y los muchos niños que tienen derecho a disfrutar de un mundo lleno de luz y color.

Hay que impedir que Vincent tenga que cortar su oreja, una vez más. Este es, mi modesto llamado a los hombres de bien.

#LoRealMaravilloso